Para que una web sea visible en Internet debe alojarse en un servidor, por lo que es necesario contratar un servicio de hosting. Se trata de un espacio disponible en un servidor que alquila su propietario para que la web pueda verse en la red. La gran ventaja que ofrecen los servicios de hosting es que permiten una visibilidad de 24 horas, 7 días a la semana y 365 días al año. Lo que debe buscarse es que además de esa visibilidad permanente, el usuario pueda acceder a la web de forma rápida y segura.
Generalmente, el coste del hosting varía en función del peso de la web y, por tanto, del espacio que necesita, las funcionalidades que incorpora (pasarelas de pago, bases de datos, etc.), las visitas y las descargas que efectúan esas visitas (transferencia de datos) y otros servicios adicionales (registro de dominios, plantillas para crear webs, pasarelas de pago, etc.).
A la hora de buscar un servicio de hosting adecuado para una web de empresa los aspectos fundamentales que deben analizarse son:
• Visibilidad permanente: que la web siempre este accesible en Internet o dicho de de forma más coloquial que el servidor «no se caiga».
• La capacidad de espacio de disco duro: muchos servidores ofrecen una gran capacidad de disco duro (400 ó 500 MB) como reclamo, aunque la mayoría de webs probablemente no necesiten más de 100 MB. Este es el caso de una web de quince páginas con una media de dos a cinco gráficos o imágenes por página y un par de vídeos.
• Tiempo de descarga reducido: se trata de que los usuarios de la web puedan acceder a ella en pocos segundos. Se ha comprobado que la mayoría de los usuarios abandonan la intención de visitar una nueva web si tienen que esperar más de 5 segundos.
• Seguridad: un espacio seguro o «encriptado» en el servidor es necesario para webs que solicitan información sobre tarjetas de crédito u otros datos. Si los datos no son encriptados (es decir, codificados para que sólo pueda leerlos el receptor), podrían verlos otros navegantes de la red y facilitar la realización de actividades fraudulentas.
• Copia periódica de seguridad: este servicio puede ahorrar muchos disgustos ya que permite recuperar contenidos (bases de datos, páginas) que han sido dañados por cualquier circunstancia.
• Capacidad de transferencia de datos: normalmente los servidores ofrecen el servicio de transferencia de datos hasta un límite de capacidad. Si se necesita superar ese límite habrá que pagar un sobreprecio.
• Servicio de atención al cliente: es importante que el servidor ofrezca un buen servicio de atención, no sólo online, sino que tenga también atención telefónica, si puede ser durante la mayor parte del día e incluso 24 horas.
En el siguiente cuadro se muestran los planes de hosting mejor valorados por los usuarios del comparador de precios Hostarting. La elección del servidor debe ser meditada ya que una vez que se ha contratado no es fácil para la empresa transferir su web a otro servidor. Posiblemente tenga que acudir a su consultor informático o pedirle los datos y claves identificativas necesarias.
La gran competencia de empresas que ofrecen hosting ha reducido considerablemente el coste de este servicio. Para una web sencilla puede estar en torno a los cien euros por año. Hay empresas que ofrecen el servicio de alojamiento gratuito pero lógicamente el servicio suele ser bastante deficiente y poco aconsejable para una web de empresa.