Las webs eficaces son webs activas, centradas en el usuario y adaptadas al medio Internet, muy diferente a otros soportes publicitarios como la prensa, televisión, etc. Son webs que crean y mantienen las llamadas «Empresas 2.0», frente a modelos anticuados, pasivos, introspectivos y no adaptados que son las que representan a las denominadas «Empresas 1.0».
Cuando surgieron las primeras webs en Internet allá por el año 1995 y hasta el año 2000 la práctica totalidad de las webs de empresas eran pasivas, se limitaban a ofrecer información de forma unilateral a los internautas. Se trataba de empresas 1.0. Volcaban información de sus catálogos en la web y añadían alguna información adicional sobre la empresa, con un lenguaje corporativo. En el año 1995 había un total de 45 millones de internautas en el mundo y 250.000 sitios web. Tim O´Reilly acuña la expresión Web 2.0 en el año 2001 para referirse a un nuevo tipo de webs colaborativas en las cuales los usuarios participan con sus comentarios, sus propuestas, sus ideas, y las empresas escuchan y en consecuencia ofrecen y adaptan su oferta en Internet a las necesidades de los usuarios. Son las Empresas 2.0. En el año 2010 hay más de 1.500 millones de internautas y más de 100 millones de sitios web.
Hoy en día coexisten ambos modelos 1.0 y 2.0, pero sólo éste último es eficaz. La película Campo de Sueños cuenta la historia de un granjero de Iowa (EE.UU.) al que da vida Kevin Costner y que hizo famosa la frase: «Construye, y él vendrá», refiriéndose a la construcción de un campo de béisbol para atraer a una gran figura de ese deporte. En el mundo de Internet, desgraciadamente, esta cita no se cumple. Con millones de webs de empresa y, por tanto, una gran competencia, no basta sólo con estar, hay que hacerlo de tal forma que se atraigan visitas y sobre todo clientes que redunden en un incremento del volumen de negocio. No se trata de estar, sino de escuchar, compartir, centrarse en el usuario y, luego, vender.
La creación de una web de empresa requiere de un esfuerzo, posiblemente más en tiempo y dedicación que en recursos económicos, y que debe realizarse de forma planificada. Por este motivo, en este primer capítulo del libro, se expone una metodología sencilla y práctica para crear una web de empresa que resulte eficaz en ocho pasos, desde la elección del modelo de negocio hasta el plan de marketing digital y el análisis de resultados. En los capítulos siguientes se profundiza en los aspectos clave de esta metodología: contenidos, usabilidad, diseño y marketing digital, para conseguir un modelo de web de empresa 2.0 que consiga atraer vistas y conseguir clientes.
Es necesario destacar la importancia de colaborar al máximo con el consultor informático e implicar a toda la empresa en el desarrollo de la web. No se puede dejar en manos de una sola persona y, aún menos, en manos exclusivamente del consultor informático. El papel del gerente es fundamental. Cuando la dirección de la empresa se involucra y se compromete con el proyecto, no sólo se avanza más rápidamente sino que el resultado suele ser el de una web más eficaz.