Con la llegada del web 2.0 las empresas siguen apoyándose cada vez más en el social media marketing, cuya característica principal consiste en poner el consumidor en el centro de las actividades de comunicación corporativa, como interlocutor activo y no como recibidor pasivo de informaciones persuasivas. El intento es promocionar y fortalecer el concepto de marca y al mismo tiempo desarrollar relaciones con los usuarios y permitirle interactuar con el brand y la empresa en general. La comunicación se transforma, se hace conversación, interacción, intercambio social.
Aunque es un sector en continuo crecimiento y muy difundido, muchas empresas continúan cometiendo errores banales y evitables. Los ejemplos más frecuentes:
1. No tener un plan
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Campaña de marketing significa planificación: no se puede empezar sin tener una estrategia, o sin integrarla con la estrategia general de la empresa y con las campañas offline. En este caso se trata de un plan editorial, que defina el tipo y la frecuencia de las publicaciones y nuestros objetivos en relación al público al que nos dirigimos.
2. Apuntarse a cualquier red
Facebook, Twitter, LinkedIn, Google+ no son lo mismo. Cada plataforma tiene sus características y funcionalidades específicas que la empresa debe conocer para aprovecharlas de la mejor manera. Se tiene que analizar cuáles redes son más adecuadas a nuestros objetivos y qué tipología de usuario (y cliente) utiliza una red en lugar de otra. Por lo tanto un error común es crear contenidos universales y publicarlos indistintamente en cualquier red. Se tiene que adaptar el post en relación al canal en el que lo compartimos y a la audiencia que lo leerá.
3. Crear muchos perfiles distintos y no actualizarlos
Como hemos dicho, no tiene sentido estar presente en cualquier red. Para planificar la presencia de la marca en los medios digitales, hay que elegir las redes más adecuadas en relación a nuestras exigencias y cuidar los perfiles abiertos. Por ejemplo no importa la cantidad de información publicada, ni la frecuencia, sino la calidad y la regularidad de las aportaciones.
4. No prestar atención al aspecto visual
Administrar correctamente los perfiles significa también cuidar los detalles ‘gráficos’. La imagen de la empresa en las redes tiene que ser definida y coherente con el resto de la comunicación corporativa y con la identidad de marca en general. La personalidad de nuestra marca es única, ya sea online u offline.
5. Hacer publicidad
La finalidad de una estrategia de marketing en redes sociales es llegar a una audiencia más amplia y vender más, pero no se debe olvidar que nuestros usuarios no quieren una publicidad del producto, que pueden encontrar en cualquier otro medio. En las redes los productos se promocionan aportando informaciones nuevas y generando un diálogo con los usuarios. El contenido tiene que ser de calidad y enfocado en las exigencias y expectativas de nuestros clientes.
6. Hacer spam
Social media marketing no es sólo cuestión de aumentar el número de contactos, sino de crear una relación con ellos, una conversación. Enviar newsletter a todos nuestro seguidores es un error grave, porque un email marketing masivo no fideliza, sino molesta.
7. No medir los resultados
Planificar una estrategia no tiene sentido si no se miden los resultados obtenidos. Es necesario evaluar la eficacia de nuestra campaña (por ejemplo midiendo el ROI/RSI) y corregir eventuales errores.
No es fácil administrar correctamente nuestra presencia en las redes: la planificación de la estrategia es esencial para evitar todo aquellos errores que puedan comprometer nuestra relación con el cliente y nuestra reputación online.
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