Estamos ya absolutamente hechos y acostumbrados a los dominios habituales como .com, .net o .es (en el caso de España). Ahora que la red ya no tenía misterios para los internautas aterrizan en ella los nuevos dominios. Aunque bien es cierto que la llegada de estos no supondrá, sino una ayuda, para los usuarios. Serán, no obstante, las empresas en cuestión que quieran tener una extensión propia las que vean variado en algo su funcionamiento y, sobre todo, su cuenta bancaria. Estos novedosos dominios cuestan 185.000 dólares y conllevan un mantenimiento anual de 25.000 dólares.
Entre el 12 de enero y el 30 de mayo las empresas, organizaciones o entidades que estuvieran interesadas en estrenar dominio tenían la oportunidad de presentar su solicitud a la Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN). Un mes después, a mediados del mes de junio, ésta hizo públicos los dominios solicitados. En total, casi 2.000. Ahora queda en manos de la corporación decidir cuáles son los concedidos y llevar a subasta aquellos que hayan sido reclamados por más de uno, como ha sucedido con .app que recibió 13 peticiones.
En algunos casos está claro quién se llevará el dominio, por ejemplo, la empresa Directi, cuya sede está instalada en Dubái, donde los petrodólares hacen estragos, gastará ingentes cantidades de dinero para asegurarse tres dominios: .law, .bank y .doctor. Otra compañía, en este caso dedicada al sector de la seguridad como Artemis quiere hacerse con el dominio .seguro.
También habrá otras empresas cuya extensión servirá para que los internautas conozcan, de sobra, el contenido de la página. Es el caso, por ejemplo, de .sex o .erotic. Otro dominio que también aparecerá en la red es .poker. Habrá muchas empresas de poker online influenciadas por los cambios de dominio. Y muchas también, que aunque pueda parecer lo contrario, se van a ver afectadas negativamente. Será complicado para las empresas online más pequeñas sobrevivir en un sector cada vez más masificado y al que la crisis no parece afectar.
Y digo online porque son las empresas de juegos que ejerzan en la red las únicas que pueden solicitar este dominio .poker. Sin embargo, habrá que esperar todavía unos meses para conocer las verdaderas consecuencias. La esperanza de algunos son los malos augurios de otros pero, a ciencia cierta, no sabremos los resultados hasta la llegada del próximo año.